Durante buena parte de las décadas de los ochenta y noventa, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone se erigieron como los héroes de acción más cotizados del cine comercial, una rivalidad profesional que se extendió muy pronto al terreno personal. Aunque ahora se llevan a las mil maravillas y han colaborado incluso en algunas películas de la saga âLos mercenariosâ, ninguno de los dos parece olvidar esos años de enfrentamiento e incluso de juego sucio.
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El protagonista de sagas como âRockyâ o âRamboâ ha querido ofrecer un claro ejemplo de esa lucha intestina por destacarse sobre el otro. En 1992, Stallone protagonizó junto a la icónica Estelle Getty una de las películas más denostadas del año, â¡Alto! O mi madre disparaâ, muy popular a posteriori en sus reposiciones en televisión. El actor ha revelado ahora que solo se embarcó en ese proyecto porque había oído que Schwarzenegger estaba deseando protagonizar la aventura.
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«Hubo una época en la que no soportábamos estar en la misma galaxia. De verdad que nos odiábamos. Y él era muy listo. Se paseaba por la ciudad diciendo: âEstoy deseando hacer esta películaâ. Entonces yo llamaba rápidamente a mi agente y le decía: âQuítale eso ahora mismo, dame opcionesâ. Al final conseguí el papel y pensé: âEsto es una mierda’», ha revelado el intérprete de 76 años.
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Sin embargo, Stallone considera que su ahora amigo y él están «empatados» en lo que a comedias absurdas se refiere. «Por lo menos yo no tuve que quedarme embarazado en una película, Arnold, estamos empatados», ha bromeado acerca de la cinta âJuniorâ, de 1994, en la que el médico al que da vida el intérprete acaba esperando su propio hijo en su intento de desarrollar un fármaco que facilite la gestación a las mujeres.
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En su aparición de este jueves en el programa de Jonathan Ross, que se emite en la cadena británica ITV, Sylvester Stallone también ha revelado que sus tiempos en la saga âRockyâ le llevaron a entrenar con auténticas leyendas del boxeo, como Mohamed Ali, que no se lo pusieron en absoluto fácil. «Joe Fraser hizo que me dieran once puntos, y eso pasó tras dos segundos de combate. Earnie Shavers casi me mata sin intentarlo», ha bromeado
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