«Ratas ociosas, váyanse a su casa», «urgente, urgente, cierre del Congreso», «esta es la fuerza, la fuerza de Castillo», «siempre de pie, nunca de rodillas», entonaban al unísono los manifestantes

Miles de simpatizantes del presidente peruano, Pedro Castillo, marcharon en Lima en protesta contra el Congreso, que bloquea las iniciativas del Ejecutivo y lo ha enfrentado abiertamente, y los sectores de oposición que cuestionan al mandatario.

Ataviados con banderas blanquirrojas, carteles y varios con sombreros típicos de provincias, voces de la costa, sierra y selva de Perú confluyeron en Lima en un grito en favor de la gobernabilidad del país, en medio de su crispada coyuntura política y el recrudecimiento de las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo.

«Hemos venido desde tan lejos para el respaldo de nuestro amigo presidente (…) porque no le dejan trabajar, no lo saben respetar», declaró a EFE Maritza Aguilar, una de las asistentes.

«Ratas ociosas, váyanse a su casa», «urgente, urgente, cierre del Congreso», «esta es la fuerza, la fuerza de Castillo», «siempre de pie, nunca de rodillas», entonaban al unísono los manifestantes.

La protesta, que tuvo algunos conatos de pelea con la Policía, arrancó en la céntrica plaza San Martín y continuó hacia la sede parlamentaria, cuyas inmediaciones estaban cercadas por rejas y un numero despliegue policial.

Los vituperios de los manifestantes, sin embargo, no se limitaron a atacar el Legislativo, pues algunos carteles pedían también una nueva constitución o la renuncia de la fiscal de la Nación (general), Patricia Benavides, quien investiga a Castillo por presunta corrupción.

Tampoco faltaron las críticas a los medios de comunicación limeños, en sintonía con los discursos del jefe de Estado y sus ministros, quienes en reiteradas ocasiones han denunciado una suerte de «complot» entre un sector de la prensa, de la oposición y del Poder Judicial para sacar a Castillo del poder.

«La toma de Lima» fue convocada por varias organizaciones sociales, sindicales y políticas, cinco días después de otra manifestación masiva que tuvo lugar en Lima y otras ciudades del país, donde miles de peruanos salieron a exigir la renuncia o la destitución de Castillo.

La polarización social y las fricciones entre poderes del Estado han sido constantes en Perú desde las elecciones generales del año pasado, pero se agudizaron en las últimas semanas a raíz de la denuncia constitucional que la fiscal Benavides presentó en el Parlamento contra el presidente por presuntamente liderar una supuesta organización criminal.

Ante este escenario, Castillo solicitó la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a la Organización de Estados Americanos (OEA), que la próxima semana enviará a una misión al país para analizar su crispado escenario político. EFE

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